¡EL VERANO EMPIEZA EN TU PIEL! PREPÁRALA PARA BRILLAR COMO NUNCA

Solo tardaras 11 min en leerlo, ¡tu piel es lo primero!

 ¡El verano empieza en tu piel!

Prepárala para brillar como nunca

El verano ya está aquí, y con él llegan los días largos, las escapadas a la playa y los momentos al aire libre que tanto hemos esperado todo el año, pero, aunque el sol es una fuente maravillosa de energía y vitaminas, también puede ser un enemigo si no lo tratamos con respeto

El verano es sinónimo de playa, diversión y paseos bajo el sol, aunque también es una época en la que nuestra piel necesita más que nunca cuidados especiales. Pero ¿sabías que proteger tu piel del sol no es solo cuestión de evitar quemaduras? Proteger tu piel es algo más, es una forma de cuidar tu salud a largo plazo

El sol es una fuente de energía vital que nos llena de vida y alegría, sin embargo, como todo en la vida, es importante disfrutarlo con moderación y tomar las medidas necesarias para cuidar nuestra piel. La exposición al sol sin protección puede generar daños acumulativos en nuestra piel, como envejecimiento prematuro, manchas, alergias e incluso problemas más graves como el cáncer de piel. Por eso, hoy queremos compartir contigo algunos consejos para protegerte del sol de manera natural y disfrutar de sus beneficios sin riesgos, protección solar orgánica, una opción más natural y respetuosa tanto con tu piel como con el medio ambiente.

Pero ¿qué beneficios nos aporta el sol a nuestra salud?

Aunque debemos ser precavidos, no podemos ignorar los múltiples beneficios que el sol aporta a nuestra salud.

Su luz activa la circulación sanguínea, ayudándonos a que la sangre fluya mejor por nuestro cuerpo, favorece también la producción de vitamina D, fundamental para mantener nuestros huesos fuertes y reforzar nuestro sistema inmunológico.

Además, el sol tiene un efecto positivo en nuestro sistema nervioso ayudándonos a equilibrar nuestras emociones, combatir la depresión y sentirnos con mejor ánimo.

Al exponernos al sol, nuestra piel produce melanina, ese pigmento que nos da un bonito tono bronceado y actúa como una barrera natural contra los rayos solares, aunque, es importante recordar que esta protección no es suficiente frente a los rayos UVA y UVB, por lo que siempre debemos tomar precauciones para cuidar nuestra piel y disfrutar del sol de forma segura.

¿Por qué es tan importante protegerse del sol en verano?

Los rayos solares, aunque son esenciales para nuestra salud en dosis moderadas, pueden causar efectos perjudiciales si la exposición es excesiva.

El sol emite diferentes tipos de radiación, pero los rayos ultravioleta (UV) son los que más impactan en nuestra piel.

Los rayos UVA penetran profundamente en la piel y dañan el colágeno y las fibras elásticas, provocando arrugas, manchas y pérdida de firmeza, por lo que es importante cuidarnos y prevenir ese envejecimiento prematuro

Por su parte, los rayos UVB son los responsables de esas dolorosas quemaduras que todos queremos evitar, que además de ser incómodas, estas quemaduras sufridas de manera repetitiva pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel. ¡Recuerda, nuestra piel tiene memoria!

Tanto los rayos UVA como los UVB pueden dañar el ADN celular, lo que puede llevar al desarrollo de cánceres de piel como el melanoma. Proteger nuestra piel significa reducir el riesgo de sufrir cáncer de piel en el futuro.

La exposición prolongada al sol también puede debilitar las defensas naturales de nuestra piel haciéndola más vulnerable a infecciones y enfermedades, por lo que es importante mantener activo el sistema inmunológico de nuestra piel.

Y si tienes afecciones como la rosácea o el lupus, ¡cuidado! el sol puede empeorarlas, así como algunos medicamentos también pueden aumentar la sensibilidad a los rayos UV, lee bien los prospectos y cúrate en salud.

Prepara tu piel para el verano

Prepararse adecuadamente para disfrutar del sol es fundamental para cuidar la piel y lograr un bronceado saludable. Una buena idea es incluir en tu dieta alimentos ricos en betacaroteno, un antioxidante que se convierte en vitamina A y estimula la producción de melanina, además de proteger la piel y prevenir el envejecimiento prematuro.

La alimentación juega un papel clave en la salud de tu piel, especialmente en verano, ya que los antioxidantes son sustancias que ayudan a combatir el daño oxidativo causado por los rayos UV y otros factores externos.

Alimentos ricos en vitamina C y betacarotenos como las naranjas, zanahorias, kiwis, cerezas, brócoli y pimientos son excelentes opciones, ya que estos nutrientes no solo protegen las células de tu piel, sino que también le dan un brillo saludable.

Y, si buscas un refuerzo extra, puedes optar por suplementos específicos como cápsulas que combinen vitaminas C y E, selenio y extractos naturales como el té verde, te ayudarán a preparar la piel para la exposición al sol y a combatir el daño oxidativo.

También puedes optar por suplementos naturales externos que combinen ingredientes como aceite de rosa mosqueta o extracto de zanahoria por ejemplo, para hidratar y proteger tu piel mientras potencian el bronceado. Por otro lado, los aceites naturales como el de Alkanna son maravillosos para preparar la piel antes de la exposición solar, ya que hidratan profundamente, previenen la sequedad y ofrecen un ligero factor de protección natural, además de calmar problemas cutáneos como eccemas o psoriasis.

¡Con estos cuidados, tu piel estará lista para disfrutar del sol de forma segura!

Y no olvides tu cabello, también sufre en verano, así que evita productos químicos agresivos, usa champús naturales sin siliconas ni sulfatos, y complementa con un acondicionador sin aclarado para desenredar fácilmente. ¡Tu melena brillará sana también!

Pero recuerda que los suplementos son un complemento, no un sustituto de una dieta equilibrada ni del uso de protección solar.

Hidratación, la base de una piel radiante

¿Sabías que el sol deshidrata tu piel, no solo en la superficie, sino también desde el interior? Esto puede provocar tirantez, descamación y pérdida de elasticidad. Por eso, el primer paso para una piel saludable es mantenerla bien hidratada.

Y ¿cómo lograrlo?, pues, en primer lugar, hidratando desde dentro, bebiendo agua suficiente, porque, aunque suene básico, muchas veces olvidamos hacerlo. Lleva siempre contigo una botella de agua y hazlo un hábito, y si te cuesta beber agua sola, añade unas rodajas de limón, de pepino o algo de menta, le darás un toque refrescante y veraniego a la vez que te hidratas.

Por otro lado, muy importante es una buena hidratación externa, puedes usar cremas hidratantes como hábito diario para ayudar a tu piel a retener la humedad, aplica una loción hidratante mientras tu piel aún está húmeda después de exponerte al sol o al salir de la ducha, esto ayudará a sellar la hidratación.

Protección solar orgánica vs protección solar convencional

Los protectores solares orgánicos son una excelente alternativa a los convencionales porque utilizan ingredientes naturales que cuidan tanto tu piel como el medio ambiente. Mientras que los protectores tradicionales suelen incluir filtros químicos que absorben los rayos UV y los convierten en calor, los orgánicos emplean barreras físicas como el óxido de zinc o el dióxido de titanio para reflejar los rayos solares.

Los protectores solares orgánicos contienen menos productos químicos que pueden irritar tu piel, están compuestos por ingredientes biodegradables que no contaminan océanos ni arrecifes, y además poseen propiedades calmantes gracias a componentes naturales como aceites esenciales y extractos de plantas.

Los protectores solares orgánicos suelen incluir una combinación de ingredientes naturales que ofrecen beneficios únicos como son los aceites esenciales de coco, de burití, de almendra o de jojoba, que no solo hidratan la piel, sino que también actúan como protectores solares naturales gracias a sus propiedades antioxidantes, al igual que la manteca de karité, que es rica en vitaminas y antioxidantes, nutre, suaviza y protege la piel frente a las agresiones externas, como el viento o la sal del mar.

Utilizan minerales como barrera física como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, los reyes de la protección solar orgánica, ya que forman una capa sobre la piel que refleja los rayos UV, ofreciendo una protección inmediata.

Si buscas una opción más segura para ti y el planeta, opta por protectores solares con filtros minerales, y aunque es cierto que podrían dejar un ligero tono blanco en la piel debido a su composición natural, sus beneficios compensan con creces este pequeño detalle.

Y si quieres un bronceado uniforme desde el interior, prueba los suplementos naturales especialmente diseñados para esa pequeña ayudita, la llamada nutricosmética.

¿Has oído hablar de los carotenoides? Ingredientes como los betacarotenos pueden ayudarte a potenciar un bronceado uniforme y saludable, nutrientes que se encuentran en alimentos como zanahorias y espinacas, pero también puedes encontrarlos en suplementos diseñados especialmente para preparar la piel antes del verano. Eso sí, empieza a tomarlos con unas semanas de antelación para notar sus beneficios, no son milagrosos

Y para después del sol, nada mejor que utilizar productos que contengan ingredientes como plantas con propiedades calmantes como la caléndula, el aloe vera y la lavanda, que ayudan a regenerar y calmar la piel después de la exposición al sol.

¿y como elijo mi protector solar?

No todos los protectores solares son iguales, y elegir el adecuado para ti depende de varios factores.

En primer lugar, busca un protector con un SPF (factor de protección solar) de al menos 30 y que sea de amplio espectro, es decir, que proteja contra los rayos UVA y UVB.

Y según sea tu tipo de piel, opta por texturas ligeras como geles o lociones si tienes la piel grasa, pero si tu piel es seca, las cremas más densas serán ideales porque aportarán hidratación adicional.

Revisa siempre los ingredientes, es importante leer las etiquetas para asegurarte de que no incluyan componentes a los que seas alérgico o que puedan irritar tu piel, puede ahorrarte muchos problemas después.

Y ahora ¡a proteger tu piel!

Y tan importante es elegir nuestro protector solar como aplicarlo correctamente, porque aplicar protector solar no se trata solo de colocarlo rápidamente antes de salir y ya está, es mucho más que eso, ya que para maximizar su efectividad y que nos proporcione una buena protección debemos seguir una rutina

Comenzaremos por usar una cantidad generosa para cubrir todo el cuerpo, y con todo el cuerpo, incluyo también la cara por supuesto, y no olvides proteger áreas sensibles como labios, orejas y pies, que son especialmente vulnerables a las quemaduras solares, así como también tu cabeza por supuesto, para ello te recomiendo utilizar productos capilares con protección solar, hay sprays, aceites y mascarillas diseñados para proteger especialmente tu cabello del sol. ¡Te serán de gran utilidad!

También puedes añadir protección extra, elegir un bonito sombrero y lucir look veraniego protegiendo tu cuero cabelludo además de tu cabello, y no olvides proteger también tus ojos con unas gafas de sol que además de protegerte, serán tu complemento perfecto para todo el verano

Recuerda reaplicar cada dos horas o después de bañarte o secarte con la toalla, ya sabes que la protección la vamos perdiendo.

Y aplícalo incluso en días nublados, aunque no lo parezca, hasta un 80% de los rayos UV pueden atravesar las nubes, no solo hay que usar protección solar cuando sientes calor o estás en la playa, incluso es recomendable en invierno, los rayos UV están presentes todo el año

Y si tu piel es oscura, no pienses que no necesitas protección solar, porque, aunque tu piel tiene más melanina, el pigmento que da color a nuestra piel y actúa como una barrera natural contra los rayos solares, también puede sufrir daños por el sol

Y recuerda, que, aunque utilices un buen protector solar, y parezca obvio, muchas veces olvidamos evitar las horas más intensas de sol, entre las 12:00 y las 17:00, cuando la radiación solar es más fuerte y dañina, puedes aprovechar esas horas para descansar en la sombra, disfrutar de un buen almuerzo en el chiringuito o incluso echarte una placentera siesta ¡tu piel te lo agradecerá!

Y no caigas en el error de que por usar protector solar puedes estar horas y horas al sol, la duración de tu exposición depende de tu piel y del nivel de protección solar que uses, por ejemplo, si tu piel tarda unos 10 minutos en quemarse sin protección, multiplica ese tiempo por el factor SPF de tu protector para calcular cuánto tiempo puedes estar al sol de forma segura, si eres de piel muy clara, evita estar más de 10 minutos seguidos bajo el sol directo sin camiseta, y tengas la piel que tengas, lo ideal es ir aumentando gradualmente el tiempo de exposición para que tu piel pueda desarrollar sus defensas naturales, y eso sí, recuerda aplicar la crema de manera abundante y repetir cada dos horas o después de bañarte, no lo olvides.

Siempre usa protección solar adecuada y evita sesiones prolongadas.

Y recuerda que el sol y las altas temperaturas pueden deshidratar tu piel rápidamente, por lo que además de beber mucha agua, refuerza tu hidratación usando productos específicos como un fluido facial con ácido hialurónico, granada o uva, cuidados que no solo mejorarán la apariencia de tu piel, sino que también la prepararán para afrontar el verano con fuerza.

También debes evitar usar productos con alcohol como perfumes o desodorantes antes de salir al sol, ya que pueden reaccionar con la radiación solar y causar manchas oscuras en la piel que pueden ser difíciles de eliminar. Mejor guárdalos para después del sol

Y aunque no lo parezca, alimentar tu piel desde dentro también es importante, consume alimentos ricos en betacarotenos, son grandes aliados para un bronceado saludable, además de incluir frutas y verduras de colores vibrantes como zanahorias, tomates, cerezas y melocotones en tu dieta diaria, deliciosos y perfectos para el verano, que además de refrescarte, podrán ayudarte a mantener un bonito tono de piel.

Y después del sol, calma e hidrata

Una vez que termines tu día bajo el sol, dedica unos minutos a cuidar tu piel. Después de una ducha refrescante o un relajante baño con agua tibia, usa productos calmantes e hidratantes como aceites corporales con ingredientes reparadores como hipérico y caléndula, que ayudarán a restaurar la suavidad y flexibilidad de tu piel mientras la calman tras la exposición solar.

Po otro lado, también el gel de aloe vera combinado con árbol de té, es perfecto para calmar e hidratar la piel después del sol, ayuda a regenerar las zonas dañadas, aliviar quemaduras leves y reducir irritaciones.

O también puedes utilizar productos diseñados especialmente para acelerar la regeneración cutánea y mantener la piel hidratada con ingredientes como el aceite de aguacate y el aloe vera, que son excelentes aliados para suavizar y revitalizar la piel tras la exposición solar.

Después de un día bajo el sol, tu piel necesita cuidados adicionales, una ducha refrescante seguida de una loción hidratante ayudará a calmarla y a retener la humedad, y si sientes que tu piel está especialmente seca o tirante, opta por productos con ingredientes calmantes como aloe vera o ácido hialurónico.

El verano no solo se vive con vestidos ligeros y días al aire libre, también está en cómo preparas tu piel para disfrutarlo al máximo. Hidratarte desde dentro, nutrir tu piel con antioxidantes y protegerla del sol son pasos sencillos pero efectivos para mantenerla saludable y radiante.

Recuerda, cuidar tu piel no significa evitar el sol, sino aprender a disfrutarlo con responsabilidad. Haz del verano tu aliado y prepárate para brillar desde adentro hacia afuera.

¡Tu piel te lo agradecerá!

Cuida tu piel en verano y mímala como se merece

El verano está aquí y con él llegan los días de playa, piscina y actividades al aire libre, pero, como todo en la vida, el sol también tiene su lado bueno y su lado malo, ni es cuestión de pasarse cinco horas al sol como hacían nuestras madres, ni de huir de él como si fuéramos vampiros, la clave está en encontrar un equilibrio que nos permita disfrutar de sus beneficios sin correr riesgos.

El sol es nuestro aliado, no solo porque nos pone de buen humor, sino también porque nos ayuda a producir vitamina D, esencial para nuestra salud, sin embargo, hay que saber cómo relacionarnos con él de manera responsable.

Es importante recordar que la piel es nuestro mayor órgano y requiere cuidados constantes, la hidratación, la protección solar y una rutina adecuada son esenciales para mantenerla saludable. No olvidemos que las arrugas son parte natural del proceso de envejecimiento, pero con buenos hábitos podemos ralentizar su aparición.

El verano está aquí, es el momento perfecto para cuidar tu piel y mantenerla radiante, pero recuerda ¡cuida tu piel, es única y te acompañará toda la vida!

La información contenida en nuestro blog se ofrece únicamente con propósitos informativos y no puede ser considerada como sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento de un profesional.