Sistema Respiratorio

El sistema respiratorio humano es un conjunto de órganos y tejidos que nos permite respirar. Los principales órganos son los pulmones, la tráquea, los bronquios y los alvéolos.

El sistema respiratorio es el encargado de que podamos respirar y obtener el oxígeno que necesitamos para vivir. Imagina que tu cuerpo es una fábrica y el aire es el combustible que la hace funcionar. El aire entra por la nariz o la boca y viaja por la tráquea y los bronquios hasta llegar a los pulmones. En los pulmones, los pequeños sacos llamados alvéolos, permiten que el oxígeno entre en el torrente sanguíneo y llegue a todas las partes del cuerpo. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono que producimos al respirar es expulsado del cuerpo.

Para mantener nuestro sistema respiratorio sano, es importante seguir algunas recomendaciones como, evitar fumar y el exceso de alcohol u otras sustancias tóxicas, hacer ejercicio regularmente, si es posible al aire libre, para mejorar la capacidad pulmonar y la resistencia, llevar una alimentación saludable manteniendo una dieta equilibrada y rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, como frutas y verduras y, además, evitar la exposición a la contaminación y a los productos químicos tóxicos.

También es muy recomendable beber agua para no resecar las mucosas, y, además, aunque no lo creamos, es importante aprender a respirar bien, inspirando por la nariz y espirando por la boca

Los síntomas de que existe un problema respiratorio pueden ir desde tos, dificultad para respirar, opresión en el pecho, sibilancias, moco en la garganta o en los pulmones, hasta fatiga

Además, algunas enfermedades respiratorias comunes incluyen el asma, la bronquitis, la neumonía y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Si se experimentan problemas respiratorios, es importante buscar atención médica de inmediato. Los tratamientos pueden variar dependiendo del problema específico, pero algunas opciones de tratamientos naturales que nos pueden ayudar a mejorar la salud respiratoria son por ejemplo las infusiones como la manzanilla, la menta o la salvia pueden ayudarnos a aliviar los síntomas de la tos, la congestión nasal y la inflamación en los pulmones.

Los aceites esenciales como el aceite esencial de eucalipto, menta o tomillo tienen propiedades antiinflamatorias y descongestionantes que nos ayudarán a mejorar la respiración y aliviarán la tos. Pueden ser inhalados directamente, aplicados tópicamente o agregados a un humidificador

También podemos realizar inhalaciones de vapor, que nos pueden ayudar a abrir las vías respiratorias y reducir la congestión nasal., en la cuales podemos agregar aceite esencial de eucalipto, menta o tomillo al agua caliente para un efecto aún más potente.