Manzanilla

La manzanilla o camomila es una hierba medicinal muy popular debido a sus múltiples beneficios. Esta planta crece en los prados y se distingue por sus flores blancas y su intenso aroma. De estas flores se obtiene un aceite esencial con una alta concentración de cumarinas, flavonoides y otros activos vegetales que son responsables de las propiedades terapéuticas de la manzanilla.

Esta planta la conocemos por sus propiedades antiinflamatorias, sedantes y antiespasmódicas. Además, la manzanilla también es rica en antioxidantes y tiene propiedades antibacterianas.

Entre los beneficios más conocidos de la manzanilla se encuentran sus propiedades digestivas, ya que nos estimula la producción de jugos gástricos para ayudarnos en la digestión, y previene, además, la aparición de flatulencias.

La manzanilla es un sedante natural que nos ayudará a calmar los nervios, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.

También nos ayudará a reforzar nuestro sistema inmunitario, a aliviar los dolores menstruales, además de los síntomas de la gripe y el resfriado común, y contribuye, además, a regularnos el nivel de azúcar en sangre.

La manzanilla también es un buen antiséptico y antiinflamatorio para ayudarnos a curar heridas, quemaduras y cicatrices, así como para tratarnos las infecciones oculares.

Además, nos es de gran ayuda para nutrir y aclarar el color del cabello.

En conclusión, la manzanilla es una hierba medicinal con múltiples beneficios para nuestra salud. Su consumo en forma de infusión o como suplemento alimenticio nos puede ayudar a mejorar la digestión, aliviar el estrés y regular el azúcar en sangre, entre otros beneficios. Además, su aplicación tópica nos puede ayudar a curar heridas y tratar infecciones cutáneas.

A pesar de sus muchos beneficios, la manzanilla también tiene algunas contraindicaciones que debemos tener en cuenta, ya que, en algunos casos, la manzanilla nos puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles a las plantas de la familia de las margaritas, además de que también puede interactuar con algunos medicamentos.

Es importante que tengamos en cuenta que la manzanilla no debemos consumirla en grandes cantidades ya que nos puede causar náuseas, vómitos y diarrea, además de que las mujeres embarazadas o lactantes también debemos evitar consumir manzanilla ya que puede afectar el desarrollo del feto o del bebé.

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