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ALLIUM SATIVUM, BENEFICIOS DEL AJO

 

El ajo, también conocido como Allium sativum, es un antibiótico natural y potente antioxidante que ha sido utilizado a lo largo de la historia por diversas civilizaciones debido a sus numerosos beneficios para la salud. Desde su uso en la prevención de pestes y epidemias en la Edad Media hasta su reconocimiento en la actualidad por la ciencia, el ajo ha demostrado ser un alimento con propiedades medicinales.

El ajo, reconocido por sus propiedades curativas y beneficios para la salud desde la antigüedad, es conocido por sus efectos antisépticos, fungicidas, bactericidas y depurativos, utilizado en diversas culturas a lo largo de la historia con propósitos medicinales.

El bulbo de esta planta, denominada Allium sativum, es aquel que comúnmente llamamos ajo, y tanto en gastronomía como en fitoterapia se aprovecha esta parte de la planta porque es rica en sustancias activas. Entre los compuestos medicinales más interesantes del ajo hay que mencionar la aliína, un derivado azufrado que se transforma en alicina, la cual es la sustancia responsable del aroma característico del ajo y, en parte, de sus efectos medicinales, así como lo son otros derivados como son los azufrados, las enzimas, los terpenos, los aminoácidos, los minerales, las vitaminas, los lípidos y las prostaglandinas.

 

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El ajo es rico en propiedades medicinales que contribuyen a mantener un organismo fuerte y sano, contiene más de 2000 componentes activos, entre los que se encuentran aceites esenciales, quercetina (un flavonoide con propiedades antigripales, antibacteriales y antiinflamatorias), fructosanos (ideales para reforzar las defensas), una gran variedad de vitaminas (especialmente la C y la B6) y minerales saludables como calcio, manganeso, potasio y fósforo.

Gracias a su composición, el ajo puede ayudarnos a mejorar la salud, reforzar las defensas y proteger el organismo contra agentes externos, pero es importante tener en cuenta que para aprovechar al máximo sus propiedades, es recomendable machacar el ajo en lugar de consumirlo entero.

El ajo nos ofrece una serie de beneficios para la salud, que contribuyen a mantener un organismo equilibrado y protegido.

Es un antibiótico natural, es rico en alicina, un compuesto con propiedades antibacterianas que ayuda a evitar la proliferación de bacterias en nuestro organismo.

También es antifúngico, el ajo es ideal para prevenir la aparición de hongos en el organismo, ya que sus extractos ralentizan el crecimiento de estos.

Es ideal para combatir virus, ya que puede actuar como un agente antiviral, ayudando a evitar la propagación de ciertos virus.

 

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Puede contribuir en la reducción del colesterol malo, ya que el consumo de ajo nos puede ayudar a regular los niveles de colesterol LDL en la sangre, contribuyendo así a prevenir obstrucciones en las arterias.

También nos ayuda en la reducción de la presión sanguínea, el ajo actúa como un remedio natural para reducir la presión arterial y favorecer un flujo sanguíneo más fluido.

Otro aspecto importante es su capacidad como potente antioxidante, con efectos reductores de lípidos que contribuyen a protegernos contra los efectos nocivos de la glicación y los radicales libres en enfermedades como la diabetes y el envejecimiento.

Además de todos estos beneficios, el ajo también es reconocido por su capacidad para proteger el hígado y ayudar en las funciones de detoxificación hepática, gracias a su contenido en compuestos azufrados.

Tiene efectos antitóxicos, ya que los sulfóxidos presentes en el ajo nos ayudan a evitar la acumulación de metales pesados en el organismo.

Resulta igual de efectivo en la digestión, ya que el ajo estimula la secreción de jugos estomacales y posee propiedades antisépticas que nos ayudan a mantener a raya el crecimiento de gérmenes. Además, contiene oligofructanos, los cuales favorecen el aumento de bacterias intestinales beneficiosas, contribuyendo así a una mejor salud digestiva.

 

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El ajo, además de ser conocido por su olor y sabor característicos, también es conocido por sus propiedades diuréticas y depurativas, las cuales pueden contribuir en la pérdida de peso, ya que, por un lado, el consumo de ajo puede contribuir a aumentar la producción de adrenalina, lo que favorecerá el consumo de calorías.

También tiene un efecto diurético, ya que el ajo nos ayuda a eliminar líquidos y toxinas del organismo.

Y, por último, nos ayuda en la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, el consumo de ajo puede ayudar al organismo a producir menos insulina y a regular el nivel de azúcar en la sangre.

Pero no debemos olvidar, que, si de perder peso se trata, además de que es recomendable consumir el ajo con moderación, debemos complementarlo con una dieta equilibrada y ejercicio físico para obtener resultados realmente eficaces en esa pérdida de peso.

Es interesante conocer que el ajo es un alimento nutritivo con pocas calorías, rico en manganeso, vitamina C, B12, calcio, cobre, fósforo y hierro, y que además, aplicado tópicamente, el ajo nos puede ayudar a tratar infecciones por hongos en la piel, e incluso, el poder antioxidante del ajo, también contribuye a la regeneración de los tejidos y nos ayuda a mantener la piel joven, utilizando mascarillas de ajo como remedio casero, podremos combatir el acné y fortalecer la piel.

Debemos saber, que la mejor manera de tomar ajo para aprovechar sus propiedades y beneficios consiste en consumir ajo crudo, y de hecho, hay que saber que al cocinarlo, el ajo pierde algunas de sus propiedades, porque las altas temperaturas neutralizan sustancias como la alicina. Tomar hasta tres dientes de ajo crudo al día es considerado beneficioso, pero debemos saber que también existen complementos nutricionales de ajo que nos permiten aprovechar todas las ventajas de esta planta medicinal de forma muy cómoda y segura.

Es importante que tengamos en cuenta que un consumo muy elevado de ajo fresco nos puede producir efectos secundarios como diarrea y molestias gástricas, por lo que es recomendable utilizarlo con precaución en ciertos casos, como en presencia de hemorragias activas, pre y posoperatorios, trombocitopenia y úlceras gástricas.

 

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Una alternativa a consumir el ajo crudo son las perlas de ajo, un complemento alimenticio que se ha popularizado debido a las propiedades y beneficios que ofrece para la salud, pero evitando el sabor desagradable que puede resultar poco atractivo para algunas personas. Es por eso por lo que las cápsulas de ajo se han convertido en una alternativa conveniente para obtener los beneficios del ajo sin experimentar su sabor fuerte y persistente.

El aceite de ajo es el ingrediente principal en las perlas de ajo, el cual se consigue triturando el bulbo y extrayendo las sustancias activas oleosas con procesos de presión o decantación.

Las perlas de ajo concentran los principios activos presentes en el bulbo de ajo crudo y nos permiten aprovechar todas las propiedades y beneficios de esta poderosa planta medicinal.

Otra forma eficaz de consumir el ajo son los comprimidos de ajo, los cuales son una forma de presentación que se elaboran con el polvo obtenido a partir del bulbo desecado y liofilizado.

Cabe hacer una mención especial al ajo negro, un alimento que ha ido ganando popularidad en la gastronomía, gracias a sus propiedades y beneficios para la salud, que, aunque comparte similitudes con el ajo blanco, el ajo negro tiene particularidades que lo hacen destacar y que lo convierten en un ingrediente cada vez más apreciado en la cocina.

 

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El ajo negro, de origen japonés que se caracteriza por su color negro intenso y que contrasta con el tradicional color blanco del ajo convencional, a simple vista, por su aspecto seco puede llevarnos a confusión, pero al abrirlo se revela su textura suave y su intenso color negro.

En cuanto a sus propiedades, hay que destacar que el ajo negro está compuesto por importantes sustancias y nutrientes para la salud, como vitaminas, minerales y aminoácidos. En particular, el ajo negro es rico en aminoácidos esenciales, necesarios para la formación y reparación de huesos, articulaciones, tendones y ligamentos. Además, su proceso de maduración aumenta su contenido en azúcares, lo que le otorga un sabor ligeramente más dulce y mayor aporte calórico en comparación con el ajo blanco fresco.

El ajo negro nos ofrece una serie de beneficios para la salud similares al ajo blanco, entre los que podemos destacar su poder antioxidante, que gracias a su alto contenido en vitamina C y polifenoles, actúa reduciendo la acción de los radicales libres y retrasando el envejecimiento celular.

El ajo negro también nos ayuda con la mejora de la circulación sanguínea, reduce la tensión arterial, disminuye la agregación plaquetaria y nos ayuda a controlar los niveles de colesterol en sangre. Así mismo, las sustancias vasodilatadoras presentes en el ajo negro pueden influir en la reducción de dolores de cabeza y migrañas al mejorar la circulación sanguínea.

Algunos componentes del ajo negro también actúan frente a bacterias responsables de infecciones, así como contra ciertos tipos de hongos.

También nos ayuda en la mejora de las defensas, ya que el ajo negro potencia el sistema inmunitario, aumentando la proliferación de linfocitos y del interferón gamma.

 

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Sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios que nos puede ofrecer el consumo de ambos tipos de ajo, tanto en crudo como en forma de suplementos naturales, es importante tener en cuenta que pueden presentar efectos adversos en algunas personas.

Algunos de estos efectos adversos incluyen mal aliento, mal olor corporal, dolor de cabeza, mareos, malestares estomacales y cambios en la microflora intestinal. Además de que también deben evitarse en ciertos casos, como durante el embarazo y la lactancia, en pacientes con problemas hemorrágicos, trastornos digestivos, baja presión sanguínea o que estén tomando ciertos medicamentos como anticoagulantes orales o antihipertensivos, así como en personas que padezcan alergia al ajo o a alimentos de la misma familia para prevenir posibles reacciones alérgicas graves.

Y por supuesto, debemos tomar los suplementos de ajo siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante y nunca exceder las dosis marcadas.

Pero, a pesar de todo, el ajo es un alimento muy versátil que no solo les da sabor a nuestros platos, sino que también nos brinda una gran cantidad de beneficios para nuestra salud. Ya sea consumido crudo o en forma de suplemento, el ajo es una opción natural para fortalecer nuestro sistema inmunológico, regular la presión arterial, prevenir enfermedades cardiovasculares y combatir infecciones entre otros beneficios. Sin duda, incluir el ajo en nuestra dieta diaria puede ser una excelente manera de cuidar nuestra salud de forma natural.

No pienses en su desagradable sabor, piensa en los beneficios que te puede aportar.

 


La información contenida en nuestro blog se ofrece únicamente con propósitos informativos y no puede ser considerada como sustitutiva de la prescripción, diagnóstico o tratamiento de un profesional.

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